Grupo TPI

Grupo para la Transformación Política de Izquierda

Alianzas frágiles III – Izquierda fragmentaria

Posted by grupotpi en 01/03/2009

En el marco de la reestructuración de los espacios políticos inaugurado por el resquebrajamiento del Kirchnerismo, llama la atención la posición de los diferentes espacios a la izquierda del oficialismo.

Desde armados políticos de carácter plural como Proyecto Sur hasta partidos con representación legislativa importante como el SI –ya desprendido de la Coalición Cívica-, tanto como referentes individuales del espectro -como Sabbatella-, se muestran propensos a la conformación de un bloque que intente, si no ganar las elecciones, contrapesar el importante viraje a la derecha del kirchnerismo y la movilización de las nuevas alianzas por derecha (PRO-Peronismo y Coalición Cívica). A este conjunto pueden agregarse los partidos tradicionales de izquierda que, perdidos en sus planteos y luchas históricas, lejos están de poder construir un programa común.

En este sentido, dos son los puntos que detienen las posibles confluencias, aunque pocas refieran a temas centrales de las políticas a impulsar.

El primer gran conflicto es qué ha significado y cómo analizar la experiencia kirchnerista. Los referentes de Proyecto Sur, por un lado, critican duramente su política de recursos naturales y su desatención de los problemas sociales. Estos planteos serían la versión en espejo de la defensa a ultranza del kirchnerismo, que involucra poner en la misma bolsa a la política de derechos humanos y al INDEC. Por otro lado, gente como Sabbatella plantea la necesidad de defender la apertura al debate de diversos temas que generó el kirchnerismo en sus primeros años y trabajar desde ellos para alcanzar nuevos horizontes. Frente a este conflicto, creemos que lo central es – como señaló Galasso en su debate con Proyecto Sur, y también Sabbatella- construir las propuestas y los objetivos propios de manera coherente y, en base a ellos, definir las formas de hacer política y con quién. Aún con sus miles de errores, no pensamos que el kirchnerismo sea lo mismo que Menem, por lo menos gracias a sus formas que abren camino al debate, quizá no con sus elementos más pejotisados, pero sí con el entorno.

El otro gran problema -que surge nuevamente de la inexistencia de programas y propuestas- es la lucha por los espacios al interior de la alianza y en particular a la hora de armar las “boletas”. Lo importante es que lo planteado por Hourest en los últimos días sobre el ego, vaya más allá de las palabras y se encamine hacia las construcciones.

En un contexto de crisis mundial y, en particular en nuestro país, en el marco de la creciente dependencia por parte del Kirchnerismo de los resortes típicos del peronismo tradicional (y del resentimiento social -quizá manipulado pero no por eso menos real- generado en el último año) las perspectivas de un viraje a la derecha son elevadas. Aquí se juega algo importante entonces: el papel de la izquierda, la posibilidad de expresar y potenciar una gestión de la crisis que minimice (o al menos lo intente) sus efectos y, a la vez, siente las bases de un modelo que permita avanzar con lo que el actual no ha podido (ni intentado) resolver. En ese camino, el reconocimiento de la necesidad de discutir programas (más allá de los nombres) y comenzar la construcción política desde cero, son dos de los aportes más importantes que reconocemos en la discusión política actual. Veremos ahora si la izquierda es capaz de aglutinar las voluntades que hasta ahora no logra conmover.

Deja un comentario